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Como tomar probióticos

Los probióticos son una adición valiosa para mejorar nuestra salud digestiva y general, pero saber cómo tomarlos correctamente es crucial para maximizar sus beneficios. En este artículo, te guiaremos a través de las mejores prácticas para tomar probióticos, el momento ideal del día para su consumo y cómo incorporarlos a tu dieta mediante alimentos fermentados. Acompáñanos para aprender todo lo necesario sobre cómo aprovechar al máximo estos microorganismos beneficiosos y mantener un equilibrio saludable en tu microbiota intestinal. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo optimizar tu salud con probióticos!

Índice

Los probióticos se han convertido en una parte esencial de la rutina de salud de muchas personas, gracias a sus beneficios bien documentados para la salud digestiva, inmunológica y general. Sin embargo, para obtener el máximo beneficio de estos microorganismos vivos, es crucial saber cómo tomarlos correctamente. En este artículo te ofrecemos una guía completa sobre cómo incorporar probióticos en tu dieta diaria, abordando las mejores formas de tomarlos, el momento ideal para su consumo y las opciones alimenticias ricas en probióticos. Ya sea que estés buscando mejorar tu digestión, reforzar tu sistema inmunológico o simplemente mantener un equilibrio saludable en tu microbiota intestinal, entender probióticos como tomar de manera efectiva puede marcar una gran diferencia. Acompáñanos para descubrir todo lo que necesitas saber para optimizar los beneficios de los probióticos.

 

Cómo tomar probióticos

Tomar probióticos correctamente es fundamental para maximizar sus beneficios. Aquí te ofrecemos algunas pautas clave para asegurarte de que estás obteniendo lo mejor de estos microorganismos beneficiosos.

  • Selecciona la cepa adecuada:

No todos los probióticos son iguales. Diferentes cepas de probióticos ofrecen distintos beneficios para la salud. Por ejemplo, Lactobacillus rhamnosus GG es conocido por ayudar a prevenir y tratar la diarrea, mientras que Bifidobacterium longum puede ser útil para aliviar el síndrome del intestino irritable (SII). Investiga y elige la cepa que mejor se adapte a tus necesidades específicas.

  • Sigue las indicaciones del producto:

Es esencial seguir las instrucciones del fabricante en cuanto a la dosis y la forma de tomar el probiótico. Algunos probióticos deben tomarse con alimentos, mientras que otros probioticos cuando tomar son más efectivos con el estómago vacío. Asegúrate de leer la etiqueta cuidadosamente y seguir las recomendaciones para obtener los mejores resultados.

  • La consistencia es clave:

Para que los probióticos sean efectivos, deben tomarse de manera regular. La consistencia ayuda a mantener un equilibrio adecuado de bacterias beneficiosas en el intestino. Establece una rutina diaria para tomar tus probióticos, ya sea por la mañana, con una comida o antes de acostarte, y adhiérete a ella.

  • Almacenamiento adecuado:

La mayoría de los probióticos son sensibles al calor, la luz y la humedad, lo que puede afectar su viabilidad. Asegúrate de almacenar tus probióticos según las instrucciones del fabricante, generalmente en un lugar fresco y seco. Algunos probióticos necesitan refrigeración para mantener su potencia, así que verifica la etiqueta para saber cómo almacenarlos correctamente.

  • Combina con prebióticos:

Los prebióticos son fibras no digeribles que alimentan a las bacterias beneficiosas en el intestino. Tomar probióticos junto con alimentos ricos en prebióticos, como plátanos, ajo, cebolla y espárragos, puede mejorar la eficacia de los probióticos al promover su crecimiento y actividad.

  • Paciencia y seguimiento:

Los beneficios de los probióticos no siempre son inmediatos. Puede tomar algunas semanas antes de que notes mejoras significativas en tu salud digestiva o inmunológica. Mantén un seguimiento de cómo te sientes y ajusta la dosis o la cepa si es necesario, bajo la guía de un profesional de la salud.

 

Cuándo tomar probióticos

El momento adecuado para tomar probióticos puede influir en su efectividad. Aquí te proporcionamos algunas pautas sobre cuándo es el mejor momento para incorporarlos en tu rutina diaria.

  • Con el estómago vacío vs. con alimentos:

Tomar probióticos con el estómago vacío, por ejemplo, 30 minutos antes de una comida, puede ayudar a que más bacterias sobrevivan al tránsito ácido del estómago y lleguen vivas al intestino. Sin embargo, algunos estudios sugieren que tomar probióticos con alimentos, especialmente aquellos que contienen grasas saludables, puede proteger a las bacterias y mejorar su supervivencia. La elección puede depender del tipo de probiótico y tus preferencias personales.

  • Hora del día:

No hay un consenso definitivo sobre la mejor hora del día para tomar probióticos. Algunas personas prefieren tomarlos por la mañana, como parte de su rutina matutina, mientras que otras encuentran beneficios en tomarlos por la noche, antes de acostarse. La clave es la consistencia, así que elige un momento que sea fácil de recordar y que se adapte a tu rutina diaria.

  • Después de los antibióticos:

Si has estado tomando antibióticos, es particularmente importante tomar probióticos para ayudar a restaurar la flora intestinal. Lo ideal es empezar a tomar probióticos al mismo tiempo que los antibióticos, pero en diferentes momentos del día, y continuar durante varias semanas después de completar el tratamiento antibiótico para ayudar a restablecer el equilibrio de la microbiota.

  • Durante situaciones de estrés:

El estrés puede tener un impacto negativo en la salud intestinal, reduciendo la diversidad de la microbiota y aumentando la permeabilidad intestinal. Tomar probióticos durante períodos de estrés puede ayudar a mitigar estos efectos y apoyar un sistema digestivo saludable.

  • Antes de viajar:

Si planeas viajar, especialmente a lugares donde la comida y el agua pueden ser diferentes a lo que estás acostumbrado, comenzar a tomar probióticos unas semanas antes del viaje puede ayudar a preparar tu intestino para los cambios y reducir el riesgo de problemas digestivos como la diarrea del viajero.

  • Durante cambios en la dieta:

Si estás haciendo cambios significativos en tu dieta, como adoptar una dieta más alta en fibra o eliminar ciertos grupos de alimentos, tomar probióticos puede ayudar a tu sistema digestivo a adaptarse más fácilmente a estos cambios.

En resumen, el mejor momento para tomar probióticos puede variar según tus necesidades individuales y tu estilo de vida. La consistencia y la adaptación a tus rutinas personales son claves para maximizar los beneficios de los probióticos.

 

Alimentos con probióticos

Además de los suplementos, los probióticos también se encuentran en varios alimentos fermentados que puedes incorporar fácilmente en tu dieta diaria. Aquí te presentamos algunos de los alimentos más comunes ricos en probióticos y cómo puedes incluirlos en tu alimentación.

  • Yogur:

El yogur es uno de los alimentos más populares y accesibles ricos en probióticos. Hecho a partir de la fermentación de la leche por bacterias beneficiosas, el yogur puede ser una excelente adición a tu dieta. Opta por variedades de yogur que contengan cultivos vivos y activos, y trata de evitar los yogures que contienen altos niveles de azúcar añadida. Puedes disfrutarlo solo, con frutas frescas, o como base para batidos.

  • Kéfir:

Similar al yogur, el kéfir es una bebida fermentada que contiene una amplia variedad de bacterias y levaduras beneficiosas. Tiene una textura más líquida que el yogur y un sabor ligeramente ácido. El kéfir puede beberse solo, mezclado en batidos, o utilizado como base para aderezos y salsas.

  • Chucrut:

El chucrut es col fermentada que no solo es rica en probióticos, sino también en vitaminas C y K. Para asegurarte de obtener los beneficios probióticos, elige chucrut que no haya sido pasteurizado, ya que el proceso de pasteurización mata las bacterias beneficiosas. Puedes agregar chucrut a ensaladas, sándwiches o como acompañamiento de tus comidas.

  • Kimchi:

Similar al chucrut, el kimchi es una mezcla de vegetales fermentados, especialmente col y rábanos, condimentados con especias. Es un alimento básico en la cocina coreana y está cargado de probióticos, vitaminas y antioxidantes. El kimchi puede ser un acompañamiento picante para tus comidas, o incluso añadido a sopas y guisos.

  • Miso:

El miso es una pasta fermentada hecha de soja, arroz o cebada. Es un ingrediente fundamental en la cocina japonesa, utilizado principalmente para hacer sopa de miso. El miso no solo es una fuente rica en probióticos, sino también en proteínas y vitaminas. Asegúrate de no hervir el miso, ya que el calor excesivo puede destruir las bacterias beneficiosas. Agrégalo al final de la cocción de sopas o utilízalo en aderezos y salsas.

  • Tempeh:

El tempeh es un producto de soja fermentada que se origina en Indonesia. Es una excelente fuente de proteínas, probióticos y vitaminas B. El tempeh tiene una textura firme y un sabor a nuez, y puede ser utilizado en una variedad de platos, desde salteados hasta ensaladas y sándwiches.

  • Kombucha:

La kombucha es una bebida fermentada hecha a partir de té endulzado y una colonia de bacterias y levaduras conocida como SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast). La kombucha es refrescante y ligeramente efervescente, y puedes encontrarla en varios sabores. Beber kombucha puede ser una manera deliciosa de obtener probióticos.

Incorporar estos alimentos probióticos en tu dieta puede ser una forma deliciosa y natural de mejorar tu salud intestinal. Además de los suplementos, una dieta rica en alimentos fermentados te proporcionará una amplia gama de bacterias beneficiosas que pueden ayudarte a mantener un equilibrio saludable en tu microbiota intestinal.

Imagen de autor del artículo del blog

Carla Caparrós

Communications & Community en Aldous Bio

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