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Qué es y para que sirve el colágeno marino

L-Carnitina para adelgazar Leyendo Qué es y para que sirve el colágeno marino 8 minutos Siguiente Beneficios y desventajas del colágeno marino

En los últimos años, el colágeno marino se ha posicionado como uno de los suplementos más valorados dentro del mundo de la salud y el bienestar. Derivado de fuentes marinas, especialmente de la piel y escamas de peces, este tipo de colágeno destaca por su alta biodisponibilidad y por ser una alternativa más sostenible respecto a otras fuentes animales. Pero más allá de su popularidad, ¿qué lo hace especial? ¿Cuáles son sus tipos y funciones en el organismo? ¿Y para qué sirve realmente?

Este artículo explora en profundidad qué es el colágeno marino, los tipos de colágeno que contiene, su estructura y usos, desde la suplementación dietética hasta su papel en cosmética, así como su relevancia en el contexto actual de consumo responsable y cuidado integral.

 

Índice

 

Qué es el colágeno marino?

El colágeno marino es una proteína estructural obtenida a partir de tejidos conectivos de organismos marinos, especialmente de la piel, las escamas y los huesos de peces. A diferencia de otras fuentes como el colágeno bovino o porcino, el colágeno marino se extrae de subproductos de la industria pesquera, lo que le otorga un valor añadido en términos de sostenibilidad y aprovechamiento de recursos.

Una de las principales razones por las que el colágeno marino se ha popularizado es precisamente su alta biodisponibilidad. Sus moléculas más pequeñas atraviesan con mayor facilidad la barrera intestinal y llegan a la sangre, donde pueden ser utilizadas por los tejidos del cuerpo para reforzar estructuras como la piel, las articulaciones o los huesos.

Tipos de colágeno presentes en el colágeno marino

En el cuerpo humano se han identificado al menos 28 tipos distintos de colágeno, aunque los más relevantes desde el punto de vista funcional y suplementario son los tipos I, II y III. Estos también están presentes, en distintas proporciones, en el colágeno marino.

Colágeno tipo I: predominancia y funciones estructurales

El colágeno tipo I es el más abundante tanto en el organismo humano como en el colágeno marino. Representa más del 90 % del colágeno corporal y se encuentra fundamentalmente en la piel, los tendones, los ligamentos, los huesos y los dientes.

Su función es eminentemente estructural: proporciona resistencia, rigidez y soporte a tejidos que deben soportar tensiones mecánicas constantes. Es el tipo de colágeno más valorado en suplementación orientada a mantener la salud de la piel o del sistema osteoarticular, especialmente en productos de colágeno marino hidrolizado, donde se encuentra en forma fácilmente asimilable.

Colágeno tipo II y III: presencia secundaria y estructura

El colágeno tipo II se encuentra principalmente en el cartílago, un tejido flexible que recubre las articulaciones. Aunque su presencia en el colágeno marino es menor que la del tipo I, su inclusión es útil en fórmulas orientadas a preservar la movilidad y amortiguación articular.

El tipo III, por su parte, suele estar presente junto al tipo I en tejidos como la piel, los vasos sanguíneos y los órganos internos. Es especialmente importante en procesos de cicatrización y regeneración tisular, así como en la elasticidad y soporte de estructuras blandas. Su presencia en el colágeno marino lo convierte en un complemento útil no solo en el ámbito estético, sino también en programas de recuperación y mantenimiento funcional.


¿Para qué sirve el colágeno marino?

El colágeno marino es una herramienta de salud integral. Aporta valor como complemento dietético, pero también como apoyo en el autocuidado y la cosmética consciente. Su utilidad no se limita a un único campo, sino que puede integrarse en diversas estrategias de bienestar personal.

Suplementación dietética y enfoque preventivo

El cuerpo humano produce colágeno de forma natural, pero a partir de los 25-30 años esta producción empieza a disminuir de manera progresiva. Esta pérdida se acelera con factores como el estrés oxidativo, la exposición solar, el tabaco o una dieta pobre en nutrientes.

El colágeno marino se usa como suplemento para compensar esta disminución y mantener en buenas condiciones los tejidos conectivos. Su papel es preventivo: no actúa como un medicamento que soluciona un problema ya establecido, sino como un refuerzo para conservar estructuras en óptimo estado durante más tiempo.

Su incorporación habitual está especialmente indicada para personas mayores de 35 años, deportistas, personas con desgaste articular, o aquellas que desean mantener la tonicidad y calidad de la piel. Gracias a su forma hidrolizada, se absorbe de manera eficiente y empieza a ejercer su acción en poco tiempo.

Integración en rutinas de autocuidado

Más allá de lo puramente fisiológico, el colágeno marino se ha consolidado como un gesto de autocuidado. Añadirlo a una rutina diaria —por ejemplo, en el desayuno o la merienda— forma parte de hábitos de bienestar general que combinan nutrición, descanso y movimiento.

Muchas personas lo incorporan como parte de programas más amplios que incluyen también otros nutrientes esenciales como vitamina C (clave para la síntesis de colágeno), zinc, ácido hialurónico o magnesio. Esta visión integral refuerza su papel como herramienta de mantenimiento diario, no solo ante necesidades puntuales.

Uso en cosmética y nutricosmética

En la cosmética convencional, el colágeno marino aparece como ingrediente activo en cremas, sérums y mascarillas, aunque su capacidad de penetrar hasta capas profundas de la piel es limitada. Sin embargo, su verdadera revolución ha llegado de la mano de la nutricosmética.

La nutricosmética propone mejorar la salud y apariencia de la piel, el cabello o las uñas a través de la nutrición, es decir, actuando desde dentro. En este contexto, el colágeno marino tiene un protagonismo indiscutible por su estructura compatible con el colágeno dérmico y por su rápida incorporación a la matriz extracelular.

Su uso combinado con antioxidantes, extractos vegetales o vitaminas del grupo B forma parte de productos enfocados al envejecimiento saludable, la hidratación profunda y la regeneración tisular.

Alternativa sostenible y de origen marino

El origen del colágeno marino también responde a una preocupación creciente por el impacto ambiental de los suplementos nutricionales. A diferencia del colágeno bovino o porcino, cuya producción requiere cría intensiva de animales, el colágeno marino proviene de restos que antes eran descartados en la industria pesquera.

Este aprovechamiento de subproductos reduce el desperdicio y minimiza la huella ecológica. Además, su origen marino es compatible con dietas pescetarianas, lo que amplía su accesibilidad para diferentes perfiles de consumidores.


Consideraciones sobre su absorción y biodisponibilidad

Diferencias frente a otras fuentes de colágeno

Una de las razones clave del éxito del colágeno marino frente a otras fuentes animales es su peso molecular. Al tener péptidos más pequeños, se absorbe más rápidamente en el intestino y tiene una mayor biodisponibilidad, lo que significa que más cantidad de colágeno llega a la sangre y se puede utilizar en los tejidos.

Diversos estudios comparativos han demostrado que los péptidos de colágeno marino tienen una velocidad de absorción y una retención tisular superiores respecto a los derivados de cerdo o vaca. Por eso, muchas personas perciben cambios más evidentes en menos tiempo.


Factores que afectan su aprovechamiento en el organismo

Pese a su alta biodisponibilidad, hay factores que modulan el impacto del colágeno marino en el organismo:

  • Vitamina C: esencial para que el cuerpo utilice los aminoácidos del colágeno. Se recomienda tomar ambos juntos.

  • Edad: a medida que envejecemos, la capacidad de asimilación disminuye, por lo que puede ser útil reforzar con otros nutrientes.

  • Salud intestinal: una microbiota desequilibrada puede afectar la absorción. El estado del sistema digestivo es clave.

  • Frecuencia y dosis: la constancia y la dosis adecuada (normalmente entre 5 y 10 g diarios) marcan la diferencia en los resultados.


Relevancia actual y perspectivas de uso

En la actualidad, el colágeno marino se ha consolidado como un complemento funcional dentro de una tendencia hacia el autocuidado consciente. Su uso responde a una lógica de prevención, bienestar integral y sostenibilidad, tres valores fundamentales en la nueva salud del siglo XXI.

Las perspectivas de futuro son prometedoras. Se están investigando nuevas aplicaciones terapéuticas del colágeno marino en campos como la regeneración ósea, la reparación de cartílagos o el soporte a procesos quirúrgicos y cicatriciales. Además, su combinación con compuestos como probióticos o fitonutrientes abre las puertas a suplementos de última generación, altamente personalizados.

 

Colágeno Marino

Colágeno Marino con Magnesio y Vitamina C