El aceite de coco virgen extra se consigue mediante el prensado en frío de la pulpa de dicha fruta. Este aceite se compone casi en su totalidad de sustancias antioxidantes y de ácidos grasos. Asimismo, se trata de una fuente rica de Ácido Láurico, principio activo que resulta ser muy nutritivo, por lo que es ideal para tratar pieles y cabellos secos y/o dañados. Además, el ácido láurico tiene un efecto antibacteriano, por lo que también protege nuestra piel y nuestro cabello de bacterias, gérmenes y hongos.
Teniendo en cuenta todas sus propiedades, puede confirmarse que el aceite de coco es un producto con multi-beneficios. Por ello, hoy os ofrecemos un listado tanto con los beneficios que nos aporta este aceite, así como del uso que debe hacerse del mismo para cada ocasión.
BENEFICIOS DEL ACEITE DE COCO
Para el cabello
● Cuida e hidrata el cabello
● Nutre y fortalece el pelo
● Recude la sequedad
● Ayuda a recuperar el equilibrio capilar: regenera las zonas irritadas, resecas y/o ásperas
● Repara las puntas abiertas y el aspecto desaliñado
● Estimula el crecimiento del pelo
● Protege las fibras del cabello
● Aporta volumen, brillo y un acabado más sano y atractivo
Para la piel
● Contribuye al bienestar general de la piel
● Hidrata y suaviza
● Consigue un equilibrio ácido-baso de la piel, por lo que controla la aparición de granos, espinillas e, incluso, el acné
● Lucha contra las arrugas, el envejecimiento, la celulitis y las estrías
● Consigue una piel más tersa, elástica y rejuvenecida
● Acelera el proceso de curación en heridas como cortes y arañazos.
● Calma pieles sensible y/o irritadas
Para los dientes
● Reduce los efectos dañinos de las bacterias bucales
● Elimina el sarro acumulado
● Mejora el aspecto de los dientes, consiguiendo que queden más blanqueados y brillantes
Para cocinar
● Activa el metabolismo dando energía: se puede emplear como complemente alimenticio

USOS DEL ACEITE DE COCO
PARA LA CARA
Como hidratante, aftershave y/o producto desmaquillante
Aplicar una pequeña cantidad de aceite, tras la ducha, en las zonas secas, realizando un pequeño masaje hasta su total absorción.
PARA EL CUERPO
Como aceite o crema corporal
Aplicar una pequeña cantidad de aceite, tras la ducha, en las zonas secas, realizando un pequeño masaje hasta su total absorción.
Como desodorante
Aplicar sobre las axilas como si se tratase de un desodorante en crema. Este aceite inhibe la reproducción de bacterias gracias a sus ácidos láuricos antibacterianos; y, además, aporta un dulce aroma a las axilas.
Como crema calmante, reparadora y prolongadora del bronceado
Extender el aceite por todo el cuerpo. Esto nos ayudará a tratar, calmar y proteger la piel después de tomar el sol. Además, en este caso conseguiremos mantener el moreno de la piel durante un periodo de tiempo más largo.
PARA EL CABELLO
Como mascarilla reparadora e hidratante
Para observar los cambios más rápidos, aplicar un mínimo de 2 veces a la semana. Aplicar aceite en las puntas secas, envolver el cabello en una toalla, dejar actuar entre 20-30 minutos, y aclarar con agua tibia. Realizar masajes capilares con el aceite durante unos 20-30 minutos antes del lavado del cabello. Retirar el producto con agua tibia y lavar el pelo de manera habitual.
Como producto moldeador
Emplear el aceite de coco a modo de cera para el cabello: derretir una pequeña porción de aceite entre las palmas de las manos y extender por el cabello, moldeándolo hasta conseguir la forma deseada.
Como producto moldeador
Aplicar una pequeña cantidad del aceite varias veces a la semana.
PARA LOS DIENTES
Como pasta de dientes
Aplicar una pequeña cantidad de aceite en el cepillo junto a la pasta dentífrica y cepillar como de costumbre.
PARA LA COCINA
Como cualquier otro aceite: en crudo, para freír, para cocer, para repostería…
En ensaladas como aderezo
En repostería como sustitutivo a otro aceite vegetal
En batidos y/o smoothies para enriquecerlos y que sean más cremosos
En woks y salteados de verduras, hongos (setas, champiñones…), pastas, arroces…
Como método para que los alimentos no se adhieran a las ollas ni a las sartenes